Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

2025

Continué orando, afirmando que Dios ya había preparado el camino para mí y para los estudiantes. Sabía que si Dios me había dado la oportunidad de trabajar en esta escuela, todo estaría en su lugar para el beneficio de los niños. Orar de esta manera me hizo sentir mejor.

A medida que oraba para ver su verdadera identidad espiritual, reconocía que las enseñanzas de la Ciencia Cristiana habían cambiado mi vida por completo. La práctica de la Ciencia Cristiana me ha dado una nueva perspectiva del mundo y de las diferentes situaciones que enfrentamos.

La clave es mirar hacia arriba; elevar nuestros pensamientos más allá de la creencia de que la vida es material para reconocer y aceptar la naturaleza espiritual de la realidad que Jesús demostró y Ciencia y Salud expone. Porque si todo es pensamiento, es el universo del pensamiento el que necesita ser abrazado, edificado, sostenido y sanado.

Y así, con la verdad que continúa amaneciendo en mi consciencia, sé que el hogar está donde está Dios; donde ya tengo todo lo que necesito para disfrutar de una vida saludable y feliz.

También me di cuenta de la importancia de sentir la misma compasión que Cristo Jesús ejemplificó, quien contemplaba la plenitud de la creación espiritual de Dios, y de no dejarse engañar por la falsa imagen de insuficiencia que presentan los sentidos físicos, una imagen de mortales sufrientes con medios limitados.

Al leer otros artículos en el Journal de mayo, me di cuenta de que había estado  obsesionado con el problema de mi espalda y los posibles remedios físicos. Cada artículo me daba puntos de vista más profundos sobre cómo podía verme a mí mismo con claridad, completamente espiritual y de ninguna manera material.

Lo que Naomi aprendió ese día puede ayudarnos a todos. No hay nada que temer cuando sabemos que estamos siempre rodeados por el Amor divino, Dios.

Mientras escuchaba para recibir los pensamientos de Dios, este mensaje angelical me llegó calladamente: “… Vida es sólo Amor” (Mary Baker Eddy, Himnario de la Ciencia Cristiana, N.° 30). Estas palabras llenaron mi consciencia. No solo capté intelectualmente esta idea; sabía, sin duda, que Dios, el Amor todopoderoso, me rodeaba a mí y al mundo entero.

No obtenemos lo que necesitamos de ningún otro lugar que no sea el Amor divino, Dios. La ley del Amor nos permite ser agradecidos y generosos, sin perder nada. Estos estados de pensamiento pueden trascender cualquier ritual u obligación e impulsarnos a estar más conscientes de nuestra unidad con nuestro Padre celestial.

Me mantengo alerta durante todo el día a los pensamientos de incertidumbre, temor y angustia que me llegan de la forma de pensar del mundo. Al seleccionar y admitir solo los pensamientos que provienen de Dios, el bien, no me dejo engañar por la discriminación, el racismo, la intolerancia o la violencia, sabiendo que estos errores no me pertenecen a mí ni a mi prójimo, porque no son de Dios.

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.