Con el corazón lleno de gratitud ofrezco este testimonio referente a las numerosas bendiciones y curaciones que he experimentado desde que me convertí en estudiante de la Christian Science. Cuando comencé el estudio del libro de texto “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras” por nuestra Guía, Mary Baker Eddy, parecía que sólo mediante un gradual crecimiento espiritual me sería posible abrazar sus benéficas enseñanzas; sin embargo, pronto percibí que a medida que me aplicaba me era posible comprender más y más de lo que nuestra amada Guía nos dice en sus maravillosas obras.
He experimentado curaciones de una enfermedad intestinal, escarlatina, tonsilitis, un brazo fracturado y una tendencia a criticar y hacer observaciones poco generosas, Los problemas del sustento también han sido solucionados.
Desearía relatar algunos de los detalles concernientes a la curación del brazo fracturado; puede que ello ayude a alguien a percibir cuán importante es saber que Dios es su único médico. Al tiempo en que esto sucedió yo estaba asegurado contra accidentes, de manera que me ví obligado a consultar a un cirujano, quien me enyesó el brazo. Desde el principio recibí tratamientos en la Christian Science, así es que en ningún momento sufrí dolor. No obstante, la enyesadura me molestaba mucho, y cuando llegué a percibir que para Dios son imposibles los accidentes y que la substancia es espiritual, decidí quitarme la enyesadura. Sentía que el yeso no había hecho otra cosa que sostener y endurecer el pensamiento erróneo de que algo que en realidad no existía era de esta manera protegido y resguardado. Muy pronto el brazo recobró su estado normal, no necesitándose ni de masajes ni de ninguna otra asistencia material.
En la página 299 de Ciencia y Salud, Mrs. Eddy dice: “Mis ángeles son pensamientos elevados, que aparecen a la puerta de algún sepulcro, en el cual la creencia humana ha enterrado sus más acariciadas esperanzas terrenales. Con dedos blancos señalan para arriba, hacia una confianza nueva y glorificada, hacia ideales más elevados de la vida y sus goces. Los ángeles son representantes de Dios. Estos seres que se remontan a las alturas, nunca conducen hacia el egoísmo, el pecado o la materialidad, sino que guían hacia el Principio divino de todo lo bueno, donde se dirige toda individualidad real, imagen o semejanza de Dios. Al prestarles atención sincera a estos guías espirituales, ellos se quedan con nosotros, y hospedamos ‘a ángeles, sin saberlo’.”
Deseo expresar mi más sincera gratitud a todos aquellos que me han ayudado a adquirir una mejor comprensión de la Christian Science. También estoy agradecido por el gran privilegio de haber recibido instrucción en la Christian Science y por la alegría que esto me ha deparado.—Berne, Suiza.