En la página 136 de “Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras”, nuestra Guía, Mary Baker Eddy, dice: “Jesús estableció su iglesia y mantuvo su misión sobre la base espiritual de la curación por medio del Cristo.” Y en la misma página ella añade: “La cuestión era entonces, lo mismo que ahora: ¿Cómo sanaba Jesús a los enfermos?” Nuestra noble Guía nos ha suministrado la plena respuesta a esa pregunta, de manera que usted y yo nos interesamos por el elemento vital y práctico de nuestra religión. Ya que mi tema es el desarrollo a través de la actividad, deseo relatarles una historia respecto al desarrollo que se llevó a cabo en una iglesia filial de la Christian Science y el consiguiente fortalecimiento y aumento de sus miembros y de la asistencia a los cultos, como asimismo el tremendo efecto que todo esto produjo en la comunidad.
Nuestra ciudad ofrecía un montón de argumentos familiares de resistencia al Cristo, la Verdad, considerándose muy orgullosa de su glorioso pasado y de su superioridad en lo que se refería a la necesidad de progresar. Por todos lados se veían rastros de la magnificencia materialista, ahora en ruinas, de la belleza destruída y las esperanzas marchitas de una era pasada que se basaba en las reclamaciones humanas a las riquezas materiales, la intelectualidad, la sensibilidad artística, la adoración del placer, y una vieja teología que se ajustaba a todas estas pretensiones.
Durante los años de la guerra, nuestra pequeña sociedad llevó a cabo una reunión de acción de gracias con propósitos de renovación espiritual. Sabíamos que la resurrección era necesaria y que sólo se efectuaría mediante un firme propósito de servir de testigos a la verdad. Resolvimos entonces que deberíamos presentar la Christian Science a la comunidad en una forma y sobre una base que esta religión merecía por su belleza y dignidad.
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