Un estudiante de la Christian Science se hallaba preocupado a causa de un problema que no cedía prontamente a la verdad espiritual que había aprendido en la Christian Science, a saber, que el Dios perfecto crea un hombre perfecto. Al orar sinceramente para que Dios le revelara la lección espiritual que necesitaba aprender, se sintió impelido a estudiar cuidadosamente el padrenuestro (Mateo, 6:9–13).
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