Porque el pecado destruyó,
curando nuestro mal,
por la salud que restauró,
brindando a todos paz;
porque la Vida y el Amor
revela la Verdad,
las gracias damos al Señor,
quien alabado está.
El significado y belleza de estas palabras del Himnario de la Christian Science (himno 342), han crecido en mi experiencia desde que se publicara mi testimonio de hace veinte años. Aquel testimonio incluyó la curación instantánea de la necesidad de usar lentes. Había usado lentes durante muchos años. Esta curación, que ocurrió durante mi instrucción en clase, ha sido completa y permanente.
El apacible desarrollo del Cristo en mi consciencia, el reconocimiento creciente de Dios como Padre-Madre, la mayor comprensión de la magnitud de la obra del Maestro, Cristo Jesús, y el pleno agradecimiento por el Consolador prometido por Jesús, se han debido a mi estudio diario de Ciencia Cristiana. Sin estas enseñanzas que penetraron mi pensamiento no se habría producido la inspiración que ha respondido a todas mis necesidades humanas.
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