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[Original en español]

Humildemente doy gracias a Dios por Su...

Del número de noviembre de 1973 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Humildemente doy gracias a Dios por Su infinita provisión de Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens., revelada a nuestra amada Guía, Mary Baker Eddy, y explicada en el libro de texto, Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras. He encontrado que este libro ilumina y enseña el propósito y acción del dulce y puro Mostrador del Camino, Cristo Jesús, y el poder de curación, santidad y vida eterna por medio del Cristo.

Hasta conocer Ciencia Cristiana, mi vida estaba llena de limitaciones de toda índole y todo lo que hacía terminaba en forma catastrófica. El estudio de la Biblia y del libro de texto cambió por completo mi vida.

He sido sanado de temor y de sentido personal. En una ocasión en que me acababa de iniciar en el estudio de Ciencia Cristiana, tuve que viajar en avión de Buenos Aires a Comodoro Rivadavia. Era mi primera experiencia de ese tipo, y estaba muy feliz de realizarla, aunque experimentaba cierto temor. Sin embargo, cuando me informaron que en su recorrido el avión entraba en una zona de turbulencia, sentí tanto temor que ya no me sentía tan feliz de realizar aquel viaje. Fue entonces cuando solicité ayuda a un estudiante de Ciencia Cristiana que había tomado clase de instrucción, y esta persona me recomendó estudiar el Salmo 121, en especial el versículo 8: "Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre".

El día de mi partida iniciamos el vuelo con atraso debido a un banco de niebla. En pleno vuelo, se nos pidió ajustarnos los cinturones al aproximarnos a la zona de turbulencia. Cuando entramos en dicha zona, un silencio profundo se apoderó de los ocupantes del avión y me sentí desprendido del cuerpo mortal, tan grande era la armonía y mi reconocimiento de la presencia de Dios. Fue un instante de absoluta confianza en Dios. Poco después de ese instante oí la conmoción producida entre los pasajeros veteranos y de la tripulación del avión. No podían creer que habían pasado toda la zona, por primera vez en sus vidas, sin haber experimentado la más leve inclinación del avión. Y por si esto no me hubiera convencido del todo, al regresar de Comodoro Rivadavia a Buenos Aires, en otro avión, con otra tripulación, y con otros pasajeros, se repitió la misma bendición. Mi propia calma se debió a la interpretación espiritual del Salmo 121, y en especial a la del versículo 8.

Muchos años después de esta experiencia y de haber recibido muchas bendiciones por el estudio del Salmo 121, tuve que pasar por una prueba que tiene que ver con vencer el sentido personal que me dominaba. Durante muchos años me desempeñé como vendedor libre, o sea, sin depender de ninguna compañía, de manera que estaba excluido del amparo de leyes sociales en mi relación laboral. Lo que ganaba no me alcanzaba para pagar normalmente la cuota requerida para la jubilación, y llegó un día en que lo que ganaba no me alcanzaba para abastecer ni la más mínima necesidad. Hice todo lo que pude en la profesión de vendedor y los resultados eran cada vez más desalentadores. Mis relaciones humanas eran totalmente negativas. Las dificultades eran interminables.

Un día detuve mi atención nuevamente en el Salmo 121. Decidí buscar su interpretación espiritual versículo por versículo, desde las primeras líneas del primer versículo que dice: "Alzaré mis ojos a los montes: ¿de dónde vendrá mi socorro?", hasta el último versículo. A medida que oraba a Dios como la Mente suprema, mi deseo fue percibir la gracia de Su provisión de ideas espirituales para discernir y actuar correctamente en todos mis asuntos humanos. Vi que mi provisión vendría de la Mente suprema que me abastece diariamente con todas Sus bendiciones, la Mente suprema que gobierna mi individualidad espiritual. La Mente, aquí y ahora, no me privaría de percepción espiritual o de actividad espiritual.

Comprendí que ni la situación de los asuntos mundiales ni las opiniones del mundo podían desmoralizarme o confundirme. Comprendí que Dios me gobernaba y liberaba de cualquier manera de pensar errada que se presentara, ya fuera de mi parte o de otros, respecto a cualquier asunto. Terminé mi oración con estas palabras: "La Mente suprema gobierna y gobernará mi opinión y mis motivos y acciones, ahora y para siempre".

Más o menos dos semanas después de esta revelación espiritual, encontré empleo donde podía cobrar sueldo y viáticos y estoy al amparo de las leyes sociales vigentes en mi país. Gozo de la simpatía de todos mis compañeros y superiores.

No solamente estoy feliz por estos acontecimientos, sino también por la iluminación espiritual y por la reforma moral que se operó en mi vida por medio del estudio fiel y sincero de Ciencia y Salud, y por el significado de cada versículo de la Biblia.

En la actualidad concurro a Primera Iglesia de Cristo, Científico, en Buenos Aires, a donde estoy asistiendo desde que me inicié en la Ciencia Cristiana, y también soy Primer Lector de un grupo en formación de la Ciencia Cristiana.

Estoy agradecido por toda la actividad de La Iglesia Madre y por todas las iglesias filiales y sociedades de la Ciencia Cristiana y grupos de Científicos Cristianos en todo el mundo.

Doy gracias a Dios por Su omnipresencia, la cual Dios nos revela por medio del estudio de la Ciencia Cristiana.


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