Lo que apropiadamente se denomina la Santa Biblia puede considerarse de significado universal, y el hecho de que sea el libro que más ampliamente se ha distribuido en el mundo, más que cualquier otro, es un tributo a la creciente comprensión de los hombres. Entre los lectores de habla inglesa es más conocida en la Versión Autorizada o King James, publicada por primera vez en 1611. Dicha Versión refleja la belleza sublime del lenguage de la era Isabelina. Las muchas traducciones inglesas más recientes de este libro incomparable, demuestran el ahinco con que trabajan eruditos y legos por igual para discernir más profundamente su significado.
¿Qué es lo que da a la Biblia tal atracción universal cuando es estudiada con penetración y discernimiento por gente de todas las razas, nacionalidades o credos? ¿Cuál es su propósito? ¿Cuáles son sus resultados? Tales preguntas no pueden contestarse pronta o completamente, pero ciertos puntos básicos son evidentes. Las enseñanzas de la Biblia sobre los valores morales y espirituales han encontrado aceptación en los gobiernos y tribunales; han transformado las vidas de gran parte de la humanidad, llevándolas de costumbres primitivas y paganas a sociedades cristianas.
Por sobre todo, la Biblia es un libro acerca de Dios, como lo señalan las primeras palabras citadas en nuestra versión: "En el principio creó Dios..." (Génesis 1:1). Si bien algunos pasajes parecen tener poca relación con este tema fundamental, repetidamente Dios es dado a conocer como el Padre, el Hacedor y creador, el Gobernador del hombre y del universo y el Legislador supremo. No sólo es Dios todo esto, sino que permanece también como la inspiración inagotable y es el tema de toda la Biblia, que ha traído a la luz el valor y la dignidad del hombre individual.
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