Resplandezca Señor, en mí, Tu luz
e irradie Tu amor.
Que pueda abarcar en mí
la eternidad, y la pueda expresar
en gracia y perfección.
En humildad saber que nada soy
sino testigo de Tu amor.
Viviendo en Tu ser
por siempre, Amor,
la Vida aquí y ahora es.
Dolores Enriqueta Pereyra de Rodríguez
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