Hay quienes dicen de sí mismos: “¡Así soy yo! Un verdadero holgazán. No hago nada bien”.
Tendemos a personalizar nuestros errores. Nos los atribuimos. Pensamos que son de nuestra propiedad y que forman parte de nuestro carácter verdadero. Hay biólogos y sicólogos que creen que el comportamiento de algunas personas ha sido determinado, aun antes de su nacimiento, por un desequilibrio en los cromosomas que las hace criminales y, por lo tanto, las exonera, en cierta medida, de responsabilidad por sus actos. Esta teoría ha sido usada para la defensa en juicios.
La Ciencia Cristiana enseña que todos los problemas humanos proceden de creencias erróneas acerca de Dios y el hombre. Sin embargo, aun despúes de aprender esta verdad básica en la Ciencia Cristiana continuamos, con frecuencia, pensando en “mi” creencia falsa y en “mi” pensamiento erróneo.
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