¿Se ha preguntado Ud. alguna vez: “Es la instrucción en clase para mí? ¿La necesito para comprender la Ciencia Cristiana totalmente? ¿No podría acaso llegar a estar tan consciente de las cosas del Espíritu mediante mi propio crecimiento individual y mi propia comprensión? ¿No puede acaso mi propio estudio darme la habilidad para sanar?”
Muchas personas han probado el poder sanador de la Verdad en grado notable por su propio trabajo, como lo confirma el capítulo final de Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por Mary Baker Eddy. Pero los que pasan instrucción en clase encuentran que ella inspira, ilumina y fortalece su estudio y práctica de la Ciencia Cristiana. También tienen la inspiración adicional que resulta de la reunión anual de los alumnos de su maestro.
La Sra. Eddy hace comentarios sobre la enseñanza en el capítulo Recapitulación en el libro de texto. En respuesta a la pregunta: “¿Quiere usted explicar lo que es la enfermedad y enseñar cómo ha de curarse?” dice: “Una respuesta completa a la pregunta susodicha implica la enseñanza, la cual capacita al sanador para demostrar y probar por sí mismo el Principio y la regla de la Ciencia Cristiana o la curación metafísica”.Ciencia y Salud, pág. 493 ; Luego ella esboza algunos de los puntos principales a considerar.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!