Sé por experiencia que la Ciencia Cristiana sana el pecado completa y permanentemente.
Pero durante mucho tiempo antes de mi curación me estuve contemplando a mí misma como un mortal desvalido, queriendo hacer el bien pero siendo incapaz de hacerlo. Me sentía bajo el dominio de algún poder que podía obligarme a hacer cosas contra mi voluntad. No podía entender cómo un Dios amoroso podía abandonar a alguien que sinceramente estaba pidiendo Su ayuda y que realmente quería hacer el bien.
Fui criada en la Ciencia Cristiana, pero decidí que no podía creer que Dios era Amor si Él no me estaba ayudando cuando yo lo necesitaba tan desesperadamente. Y por esa causa pensé que ya no podría aceptar honestamente lo que la Ciencia Cristiana enseñaba acerca de Él.
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