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¿Debiera enseñárseles a los alumnos de la Escuela Dominical a sanar?
La Iglesia Madre ha recibido cartas inquiriendo si a los alumnos de la Escuela Dominical debiera enseñarseles a sanar o si esta enseñanza es una prerrogativa exclusiva de la instrucción en clase Primaria.
La respuesta es sí a la primera pregunta, no a la segunda. La enseñanza en la Escuela Dominical debiera incluir instrucción básica sobre cómo orar eficazmente, incluso cómo sanarse a sí mismo; es parte indispensable del plan de estudio.
Una carta redactada por los secretarios de la Sra. Eddy, y que fue publicada en el Christian Science Sentinel del 6 de julio de 1935 (pág. 900), muestra este punto: “Enseñar al niño las palabras: ‘No tendrás dioses ajenos delante de mí,’ es una tarea relativamente fácil. Enseñar al niño el significado de este mandamiento de una manera tan cabal que pueda probar, y que probará en su vida, que él no tiene otros dioses delante del bien, constituye el gran privilegio del maestro de la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana”.
La Sra. Eddy escribe: “A los niños debiera enseñárseles la cura de la Verdad, la Ciencia Cristiana, entre sus primeras lecciones, evitando que hablen de o abriguen teorías o pensamientos sobre la enfermedad”. Esta declaración sigue al relato de la Sra. Eddy respecto a la pequeñuela que habiéndose herido gravemente un dedo no parecía haberlo notado pero dijo a alguien que la interrogó: “ ‘No hay sensación en la materia’ ”,Ciencia y Salud, pág. 237; y sanó.
“Posible es,” escribe la Sra. Eddy, “— sí, es deber y privilegio de todo niño, hombre y mujer,— seguir en cierto grado el ejemplo del Maestro mediante la demostración de la Verdad y la Vida, la salud y la santidad. Los cristianos pretenden ser sus seguidores, pero ¿le siguen acaso de la manera que él mandó? Oíd estos imperiosos mandatos: ‘¡Sed, pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre celestial es perfecto!’ ‘¡Id por todo el mundo, y predicad el evangelio a toda criatura!’ ‘¡Sanad enfermos !’ ” ibid., pág, 37.
De esto podemos deducir que la Escuela Dominical tiene que desempeñar el papel de dar al niño la base espiritual que le capacitará a sanar al enfermo en respuesta a la explícita orden de la Sra. Eddy.
La instrucción en clase Primaria ampliará el conocimiento del alumno respecto al poder divino y hará más intensa la práctica del arte de la curación, pero enseñar a sanar ha sido siempre una parte integral del plan de enseñanza de la Escuela Dominical.
Compartiendo Ciencia y Salud en este año del centenario
Una señora que oraba pidiendo poder responder a las necesidades de los “millones de mentes sin prejuicios” Ciencia y Salud, pág. 570. que menciona la Sra. Eddy, fue guiada a compartir casi 150 ejemplares de Ciencia y Salud. Como resultado ella sabe de más de 100 activos Científicos Cristianos que se han afiliado a iglesias filiales o a La Iglesia Madre, o a las dos. Varios de ellos han recibido instrucción en clase y han presentado la Ciencia Cristiana a sus familias.
Durante años innumerables Científicos Cristianos han compartido ejemplares de Ciencia y Salud con personas receptivas. Informes de curaciones, regeneración e iluminación espirituales, que han resultado de este compartir cristiano llegando a nuestro conocimiento.
Muchos nos dicen que aceptaron la oferta tranquilamente mas luego descubrieron el efecto sanador de Ciencia y Salud en sus vidas. Otros hablan de rápidos resultados.
“En este año en que se celebra el centenario de la publicación de Ciencia y Salud, podemos reflexionar con gratitud sobre el bien ya alcanzado al compartir, y debemos dedicarnos nuevamente a encontrar corazones receptivos que todavía no conocen el libro de texto,” nos dice Frances. C. Carlson, Agente del Editor. Un compartir espontáneo que sea el resultado del uso que hacemos de Ciencia y Salud apoya el objetivo sanador de La Iglesia Madre, ella señala, y continuar compartiendo de esta manera traerá más frutos.
Además de tener a la mano un ejemplar del libro de texto para ofrecer a otro, nuestro compartir, afirma el Agente del Editor, requiere que nuestro afecto circunde al mundo. Exige preparación individual por medio del estudio profundo de Ciencia y Salud. Este compartir puede venir del:
— estudio diario de la Lección-Sermón semanal, al profundizar más allá de la superficie para apoyar una renovada y más vigorosa demostración de todo lo que presenta;
— mayor uso de las Concordancias y de las obras de la Sra. Eddy, además de Ciencia y Salud, con el objeto de ampliar el pensamiento y así alcanzar una demostración y práctica más completas de las reglas presentadas en Ciencia y Salud;
— estudio de la inspirada Palabra de la Biblia, y la investigación que enseña la correlación que existe entre la Biblia y Ciencia y Salud, capacitándonos a interesar comprensivamente a aquellos que ya aman las Escrituras y que gustosamente aceptarían la clave que Ciencia y Salud provee para ellas.
Otras maneras de llegar al corazón receptivo es compartiendo:
— testimonios de curaciones en las reuniones de testimonios de los miércoles y los que aparecen en las publicaciones, testimonios que dan fe de nuestra demostración de las prácticas verdades que contiene nuestro libro de texto;
— por medio del trabajo mental diario para que los cultos de la iglesia sean cultos sanadores para que los que asistan por primera vez los hallen tan interesantes que esto los inspire a pedir prestado el libro de texto;
— escribiendo artículos para las publicaciones que estén basados en el estudio y uso que hemos hecho de las verdades que encierra Ciencia y Salud;
— por medio de las actividades de la Sala de Lectura que colocan el libro de texto a la vista del público con la devota convicción de que este libro contiene las respuestas espirituales a los inquisitivos interrogantes de la actualidad;
— haciendo un trabajo eficaz en favor de nuestras conferencias, y teniendo libros de texto disponibles después de las conferencias para prestar a los que lo desean;
— reconociendo la receptividad espiritual de nuestro prójimo que le ha sido otorgada por Dios, y el derecho que tiene de saber y demostrar las verdades reveladas en Ciencia y Salud.
“Este compartir,” dice la Srta. Carlson, “nos exhorta a probar el poder de la Palabra de Dios presentada en la Biblia y en Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras, y a dejar que esta Palabra transforme nuestra vida”.
Ecumenismo en la Sala de Lectura
Personas de todas las denominaciones religiosas están descubriendo que las Salas de Lectura de la Ciencia Cristiana no son exclusivamente para Científicos Cristianos.
• Un maestro de una academia hebrea entró un día en una Sala de Lectura en busca de nuevos métodos que ayudaran a sus alumnos a aprender cómo orar y para qué orar. El capítulo “La Oración” en Ciencia y Salud le interesó tanto que pidió prestado un ejemplar de esa obra.
• Una maestra de una Escuela Dominical bautista compró varios libros para niños, que vio en una Sala de Lectura, para usarlos en su clase en la Escuela Dominical.
• Las Salas de Lectura frecuentemente informan que ministros de diversas iglesias vienen para obtener material para sus sermones y para comprar literatura. El ministro de una iglesia sin denominación definida asegura que nuestra Sala de Lectura es “la biblioteca más útil de la ciudad”. Hasta distribuye literatura de la Ciencia Cristiana entre los que asisten a su iglesia.
• Una Sala de Lectura en Australia recibió una carta de un hombre agradeciéndoles por las inspiradoras citas bíblicas que exponían en la vidriera. Explicaba que era católico romano “pero me encanta leer los pasajes bíblicos que ustedes destacan”.
Esta creciente actividad de las Salas de Lectura es el resultado de un mayor deseo de compartir. Más Salas de Lectura se hallan ahora situadas en activos distritos o centros comerciales de la ciudad donde están más a la mano de personas de todas las denominaciones religiosas. Además, muchas Salas de Lectura presentan un aspecto más receptivo: vidrieras sin cortinas o cortinados, disipando así cualquier “misterio” sobre lo que ocurre en una Sala de Lectura; libros y otros artículos arreglados en estantes abiertos como en una librería, invitan al público a entrar y examinar la literatura libremente.
[Extractos compilados de la sección “Church in Action” del The Christian Science Journal.]
