Encaro el estudio de la Lección-Sermón con una actitud de oración — una oración tanto de ruego como de afirmación. Oro humildemente para conocerme a mí misma de modo que el evangelio de mi Mostrador del camino y la inspiración de la vida de mi Guía, se expresen, se repitan y se evidencien mediante mi propia vida.
La lección me habla individualmente, se dirige al estado de consciencia en que me encuentro, o sea, allí en el nivel mismo de mi comprensión para demostrar la verdad de Dios perfecto y hombre perfecto.
La Lección-Sermón es una expresión de Dios hablándome directa e individualmente mediante los profetas del Antiguo Testamento con la magnitud y elevación del monoteísmo puro; mediante nuestro gran Modelo, Cristo Jesús, y su mensaje de salvación individual; y mediante la Sra. Eddy, la reveladora de la Verdad y autora del “librito” (Apocalipsis 10:2) que revela las Escrituras.
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