La Ciencia Cristiana revela que el verdadero ser del hombre, la identidad espiritual de usted y la mía es, en realidad, inmortal. No es mortal ni física, sino inmortal, imperecedera, espiritual.
Este conocimiento no sólo es alentador, es demostrable. Elimina la ignorancia y el temor del pensamiento. Hace que se manifieste en la mente y en el cuerpo el efecto sanador de la Verdad divina.
La identidad inmortal del hombre es espiritualmente individual, diferente en su manifestación. Es indivisible, no fragmentada. A medida que vamos comprendiendo esta identidad espiritual e inmortal, vamos expresando gradualmente nuestro dominio otorgado por Dios.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!