Con gran regocijo deseo expresar mi gratitud por la ayuda que recibí en la Ciencia Cristiana durante mis exámenes finales de abogacía. El temor parecía paralizar mi capacidad a tal punto que, tanto mi examen oral como los resultados del trabajo escrito supervisado para los seminarios del penúltimo año de abogacía, fueron inferiores al término medio.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!