Desde que empecé a estudiar y aplicar las enseñanzas de la Ciencia Cristiana, he tenido varias pruebas de la eficacia de la oración como se enseña en la Ciencia Cristiana.
Problemas físicos y económicos han sido resueltos mediante la oración científica, y simultáneamente he progresado en mi comprensión espiritual.
Quiero expresar mi profunda gratitud por una curación que tuve recientemente. Una mañana en mi oficina comencé a tener síntomas de gripe. La condición empeoró durante el día y a la hora de la cena se agravó tanto que no pude comer. Tenía mucha fiebre y congestión, acompañada de dolor en un hombro y en la espalda. Me sentía tan débil que decidí acostarme, pero antes me di un tratamiento en la Ciencia Cristiana aplicando mis conocimientos de esta Ciencia lo mejor que pude.