Los Científicos Cristianos están dedicados a la causa de la paz. Oran para que se manifieste en todos los aspectos de la vida humana — en el espiritual, mental, físico, social, político e internacional. Se unen a todos los hombres y mujeres que aman la paz al trabajar para que llegue el día en que la inquietud mental y la guerra física, en todas sus formas, dejen de atormentar a la humanidad, y el reino de la armonía bendiga la tierra como ya ha bendecido al cielo.
Algunas veces se formula la pregunta: ¿Cómo es que si los estudiantes de Ciencia Cristiana aman tanto la paz no se unen a organizaciones cuya finalidad es la de promover la paz?
Cristo Jesús dijo: “Mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da”. Juan 14:27; Jesús dio a entender que la manera cristiana de superar los conflictos no consiste en medios materiales sino espirituales. No se logra midiendo la fuerza humana con fuerza humana, ya sea física o mental. Se logra abandonando la creencia en un poder, presencia e inteligencia aparte de Dios, la Mente divina única, y reconociendo que este único Dios infinito es el único Espíritu divino que abarca todo el universo, incluso el hombre — el único Padre de todos, que mantiene eternamente a Su familia en perfecta armonía.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!