Mejor que el oro fino
“Creo que el ser miembro de La Iglesia Madre representa un desafío para que mantengamos nuestra posición y seamos reconocidos como Científicos Cristianos, y usemos lo que hemos aprendido y vamos a aprender, para beneficiar nuestra propia vida y la vida de aquellos que nos rodean”.
El Departamento del Secretario tiene innumerables cartas como ésta, cartas en las que los miembros de La Iglesia Madre tratan de expresar en palabras lo que para ellos significa el ser miembro.
Un estudiante universitario, al recordar su decisión de afiliarse a La Iglesia Madre comenta: “Amplió mi concepto en cuanto a la Escuela Dominical y mi familia, y me ayudó a identificarme con el movimiento mundial”.
Un abuelo que ha sido miembro de La Iglesia Madre por más de cincuenta años, escribe: “A mis propios hijos y a mis nietos les he dicho que el ser miembro de La Iglesia Madre es uno de los tesoros más preciados que jamás he poseído. Me ha servido como norma de vida en el mundo”.
Los Científicos Cristianos activos se sienten profundamente agradecidos por ser miembros de La Iglesia Madre pues saben que su progreso espiritual está unido a esto. “El ser miembro,” escribe un miembro desde Puerto Rico, “ha aportado innumerables bendiciones a mi vida, normas de vida más elevadas, renovada salud, y una relación más íntima, más preciada con Dios”.
A veces la decisión misma de afiliarse es inspirada por la gratitud. Un señor, miembro de una iglesia de Chile, escribe acerca de su hija, estudiante de derecho, que “experimentó una curación instantánea de sabañones en las manos, sarpullido, y la caída del cabello, por medio de la Ciencia Cristiana. Llena de gratitud, ella solicitó de inmediato su afiliación a La Iglesia Madre”.
Otro miembro escribe: “Ser miembro de esta Iglesia ha definido para mí el Amor de un modo que meras palabras no pudieron hacer”.
Menciona también las diversas maneras en que ha servido a su iglesia filial, y luego dice: “Aun cuando todas estas actividades son maravillosas, la bendición más grande ha sido el haber sentido un amor más inclusivo hacia mi prójimo y una creciente percepción de la eterna presencia del bien. Eso es lo que las actividades verdaderamente significan, ¿no es cierto?”
Un miembro que ha sido Científica Cristiana toda la vida, añade sus comentarios: “Ser miembro de La Iglesia Madre nos fortalece porque nos une y nos convierte en un fuerte y activo grupo. Las oraciones impersonales de los miembros ofrecen protección mutua.
“Ser miembro,” dice, “significa que hemos reconocido y aceptado una enseñanza puramente espiritual — que deseamos que el Principio divino dirija y gobierne nuestra vida. Nos ayuda en nuestros esfuerzos por alcanzar nuestra propia purificación y regeneración al exigirnos obediencia al Artículo VIII del Manual de la Iglesia por la Sra. Eddy.
“Unirse a la Iglesia hace posible el esfuerzo combinado para bendecir a la humanidad. Los esfuerzos humanos no pueden de por sí llevarlo a cabo. El ser miembro de La Iglesia Madre nos enseña cómo en verdad inspirar y elevar a la humanidad”.
Encontraron su hogar
Durante quince años, Quinta Iglesia, Berlín Occidental, Alemania, había celebrado sus cultos religiosos en el auditorio para asambleas (segundo piso) de una escuela, donde un puñado de miembros se sentían perdidos en medio de centenares de asientos.
Como su Sala de Lectura quedaba en otra parte de la ciudad, los miembros sentían que esta situación no era la ideal. Habían orado durante muchos años, paciente y fielmente, escuchando la guía de Dios.
Un domingo por la mañana, durante el otoño, un miembro de la comisión directiva que iba en camino a la iglesia vio un cartel que decía “Se alquila”, en dos negocios contiguos situados en la calle principal. Miembros de la comisión y del comité de construcción visitaron la propiedad y quedaron gratamente impresionados con lo que vieron. Muchos cambios eran esenciales. Disponían de un modesto capital para esto, así que decidieron consultar a un arquitecto, y continuaron orando.
Años antes habían oído acerca de una arquitecto que podría ayudarles a hacer frente a esta necesidad cuando llegara el momento de construir. Debido a un parecido en nombres, no se pusieron en contacto con el que pensaban, sino con uno de los arquitectos más conocidos en todo Berlín. ¡Y el precio que él pidió estaba al alcance de lo que disponían!
Cuando las paredes que separaban los dos negocios fueron quitadas, el espacio dio cabida a un auditorio de cuarenta asientos, salas para los lectores, y al frente, espacio para una Sala de Lectura con dos grandes ventanales hacia la calle. Los domingos, puertas plegadizas convierten la Sala de Lectura en una Escuela Dominical.
Un pequeño órgano eléctrico, un techo acústico y una hermosa iluminación completan el efecto alcanzado. Pero lo que más alegra a los miembros es el aumento en el número de asistentes a los cultos. Algunos de los visitantes de años anteriores están regresando y las ventas en la Sala de Lectura han aumentado.
Las palabras que siempre ofrecen liberación “Dios es Amor”, que hoy día adornan la entrada de este nuevo hogar de la iglesia, irradian “nuestra inmensa gratitud y reverencia ante la dirección de Dios”, escriben los miembros. “Durante muchos años nos aferramos sinceramente al pensamiento que nuestro hogar está en Dios ... y que podíamos expresar totalmente nuestro más puro y cabal concepto de hogar para atraer a aquellos que buscan la Verdad. ¡Qué maravilloso es saber que la Mente está constantemente activa!”
Indicaciones sobre cómo escribir poemas
“¿Interesado en escribir poemas para las publicaciones periódicas?” Éste es el título del folletín que ya ha sido traducido y que se halla disponible en francés, alemán, portugués, español e inglés.
Disponible además en estos idiomas está la nueva “Guía para los colaboradores de las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana”, la que incluye información útil sobre cómo preparar artículos y testimonios para las publicaciones.
Ambos pueden obtenerse escribiendo a:
The Christian Science Publishing Society
Journal, Sentinel, and Herald Editorial
Department
One Norway Street
Boston, MA, U.S.A. 02115
El Trimestral — un perfecto “guía”
El interés de compartir la Ciencia Cristiana de-persona-a-persona, frecuentemente incluye el regalo de Ciencia y Salud. Para alguien a quien se acaba de conocer en un autobús o avión, quizás un ejemplar del Heraldo sería lo apropiado.
¿Y qué del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana?
Una señora de Londres escribe diciendo que halla que el Trimestral es el “guía” perfecto para aquellos que empiezan a interesarse por la Ciencia Cristiana.
Para empezar, el Trimestral invita al lector a unirse a los Científicos Cristianos en el estudio diario de la Lección-Sermón y le enseña cómo estudiarla. Además explica que la Biblia y Ciencia y Salud constituyen la base de la autoenseñanza en la Ciencia Cristiana y son el “pastor. .. impersonal” de nuestra iglesia. Presenta el orden del culto dominical. Y al incluir los Artículos de Fe de la Ciencia Cristiana, el Trimestral provee la oportunidad de examinar algunas de las convicciones fundamentales practicadas por los Científicos Cristianos.
Las dos últimas páginas guían específicamente al nuevo lector, indicando brevemente los aspectos de mayor importancia que le puedan interesar respecto a la iglesia: el propósito de nuestra iglesia, las reuniones de testimonios de los miércoles, practicistas de la Ciencia Cristiana, Salas de Lectura, y la Escuela Dominical. Casi todos los párrafos ofrecen al investigador una ayuda amistosa y le alientan a tomar parte activa.
Para algunos puede que sea un feliz descubrimiento verificar que unos cuantos Trimestrales extras caben bien en una cartera, o en el bolsillo de un abrigo. Esto le ocurrió al miembro de la iglesia en Londres ya mencionado. Buscaba algo que pudiera llevar bien en su cartera, cuando el cartero le trajo el nuevo Trimestral. Ahora siempre lo lleva consigo y comparte este librito cuando y donde puede.
[Extractos compilados de la sección “Church in Action” del The Christian Science Journal.]