“Todo el mundo” lo dice.
¿Quién es “todo el mundo”?
¿María y Juanita,
Alicia y Patricia?
“Todo el mundo” lo hace.
¿Quién es “todo el mundo”?
¿Pedro y Rodolfo,
Juan y Tomás?
No tenemos por qué escuchar
a “todo el mundo”
Sólo a Dios,
Nuestro Padre-Madre.
No tenemos que hacer lo que
“todo el mundo” hace.
Sólo lo que Dios quiere que
hagamos.
Porque, en realidad,
El único “todo el mundo” es
Nuestro Padre-Madre Dios,
que guía a Sus hijos.
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