Quisiera dar testimonio del poder sanador de la Ciencia Cristiana. Hace algún tiempo enfermé, y sufría de gran dificultad para respirar. Aunque no obtuve diagnóstico alguno, parecía tener pulmonía. También tenía fiebre muy alta.
Pedí a un practicista de la Ciencia Cristiana que me diese tratamiento. No parecía haber ningún progreso inmediato, sin embargo, después de dos semanas estaba completamente sanado. Durante este tiempo recibí frecuentes visitas de un practicista, quien llamó mi atención sobre muchas declaraciones de la Biblia y del libro de texto, Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. El libro de Job (33:4) dice: “El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida”.
Además mi esposa sanó de un doloroso padecimiento abdominal por medio del trabajo de un practicista de la Ciencia Cristiana. Ella estaba tan débil por la enfermedad que toda esperanza de recuperación parecía inútil. En este caso también se obtuvo una curación rápida por medio de la práctica de las enseñanzas de la Ciencia Cristiana. En pocos días mi esposa recuperó la salud. En el libro de texto (pág. 162), la Sra. Eddy escribe: “La Ciencia Cristiana cura la enfermedad orgánica tan positivamente como cura lo que se llama enfermedad funcional, porque sólo se requiere un entendimiento más completo del Principio divino de la Ciencia Cristiana para demostrar la regla superior”.
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