Seguidme,
Sanad enfermos,
Dijo Jesús.
Y con su palabra
Los enfermos fueron sanados,
Los afligidos
consolados,
Los pecadores
Su mal camino abandonaron.
Para seguir a Jesús,
Yo, también, debo sanar.
El Padre
mora en mí,
Él hace las obras,
Dijo Jesús.
Jesús sabía que el Amor
Era su Padre que está
siempre presente.
Y comprendió
La ternura
Que envía
Todo lo que es bueno a
Sus hijos.
El Amor es mi Padre,
también.
Si yo amo
Como lo hizo Jesús,
Yo, también, puedo traer
Salud al enfermo,
Consuelo a los
afligidos,
Santidad a los pecadores.
¡Yo puedo sanar!
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