Prácticamente, desde el momento en que
subió a sentarse en su primer taburete de piano, sabía lo que quería ser. Empezó a tocar a los cuatro años, y ya a los diez era uno de los solistas de la Orquesta Sinfónica de San Luis. En la actualidad viaja entre ocho y diez meses al año, y ha actuado con las mejores orquestas y en recitales en más de sesenta países. Reconocido como un brillante intérprete de los clásicos, se graduó con la más alta distinción en la Universidad de Columbia, y habla siete idiomas.Ésta es la continuación de una entrevista cuya primera parte apareció en el Heraldo del mes pasado.
¿Cómo memoriza usted tantas partituras diferentes?