El que se subscribe al Heraldo puede leer, en el idioma de esa edición en particular o en la versión en inglés, artículos que han sido preparados para determinada región del mundo. ¡Qué gran oportunidad es ésta para apoyar devota y específicamente la misión del Heraldo! La Sra. Eddy esperaba que las enseñanzas de la Ciencia Cristiana rodearan el mundo. Su intención se evidenció en la primera edición del The Christian Science Monitor, donde dice que el papel del Heraldo es el de “proclamar la actividad y accesibilidad universales de la Verdad”.The First Church of Christ, Scientist, and Miscellany, pág. 353. Cada uno de nosotros puede tener una parte importante en la promoción de la misión universal del Heraldo.
Leer regularmente el Heraldo en sus diferentes ediciones abre nuestro pensamiento a más vastas aplicaciones de la Ciencia Cristiana y amplía el concepto que tenemos de nosotros mismos al trabajar por la humanidad como Científicos Cristianos. También puede darnos una comprensión más profunda de las necesidades y los puntos de vista de las personas de ese determinado grupo lingüístico, y provee las vías a través de las cuales el Amor sanador puede ser expresado.
Este trabajo metafísico es una forma de identificarnos a nosotros mismos como la imagen del Amor, que es lo que el hombre verdadero es, y esta identificación es la actividad que verdaderamente sana.
Muchos de los artículos que aparecen en el Heraldo ya han sido publicados en el The Christian Science Journal o en el Christian Science Sentinel. Sin embargo, se escriben un editorial y algunos artículos especialmente para el Heraldo; también se publican muchos testimonios que se reciben de distintos países.
Miembros de la iglesia frecuentemente nos escriben diciéndonos cuánto les gusta el Heraldo, y algunos preguntan: “¿A cuántas publicaciones periódicas debo subscribirme?” La Sra. Eddy escribe en el Artículo VIII, Sección 14, del Manual de La Iglesia Madre:
“Será privilegio y deber de todo miembro, que tenga los medios, subscribirse a las
publicaciones periódicas que son los órganos de esta Iglesia”.
¿No implica esto que debemos darle al Heraldo el mismo apoyo cordial que damos al Journal, al Trimestral, al Sentinel, y al Monitor? Este apoyo podría expresarse subscribiéndose a una o más ediciones del Heraldo, o mediante una subscripción de regalo, o contribuyendo al “Fondo de regalo para publicaciones”.
La primera edición del Heraldo fue publicada toda en alemán, sin el inglés en la página opuesta. Sin embargo, en el anuncio sobre su publicación que apareció en el Journal de abril de 1903, apareció esta declaración: “... ni se espera que esta lista de subscripciones se limite sólo a aquellos que leen alemán”.
Un sínnumero de miembros han preguntado qué efecto tienen las subscripciones en el aspecto financiero del Heraldo. Pueden estar seguros de que cuando se reciben más subscripciones esto ayuda la condición económica de esta revista. El uso que se le dé a una subscripción determina su valor. Una publicación es verdaderamente valiosa sólo cuando se la lee y comparte.
Miembros de países de habla inglesa se subscriben por lo general a aquellas ediciones del Heraldo que puedan serle de más ayuda a su comunidad. Cada vez que llega el Heraldo, devotamente consideran cómo compartirlo mejor. A veces lo comparten con un amigo, un conocido, o con un grupo de la comunidad que conoce el idioma; a veces, a través del comité de distribución de literatura. Sea cual fuere el mejor método, cada vez que se regala el Heraldo, ya se haga personalmente o por medio de una actividad de la iglesia, éste tiene que ser apoyado metafísicamente. Con este apoyo la semilla de la Verdad llegará al pensamiento de aquellos que sean receptivos al mensaje sanador de la Ciencia Cristiana.
Contribuir al “Fondo de regalo para publicaciones”, especificando que la donación sea usada para enviar Heraldos a aquellas regiones donde haya más necesidad de ellos, es otra manera de apoyar activamente el Heraldo.
Actualmente en cierto país las donaciones se usan para enviar una subscripción a cada una de las bibliotecas públicas, y en otro, para distribuir Heraldos en ferias del libro. (Las donaciones para el “Fondo de regalo para publicaciones”, las que pueden enviarse al Tesorero de La Iglesia Madre, están libres de impuesto en los Estados Unidos así como en otros países.)
Los miembros de la iglesia en todos los países debieran darse cuenta de las muchas oportunidades que tienen de compartir el Heraldo — en los 12 idiomas. Y también pueden compartir las publicaciones en inglés. Por ejemplo, durante la Asamblea Anual de 1975 un miembro de Alemania regaló una subscripción para el Sentinel a varios amigos de habla inglesa que viven en su país.
La demanda y la provisión de Heraldos y otras publicaciones pueden también coordinarse a través del “Programa para compartir literatura”. Para más información sobre este programa o para compartir el excedente de Heraldos que tenga su iglesia, pueden escribir al Departamento de Filiales y Practicistas. Este Departamento pondrá en contacto mutuo al donante y al que recibe la donación. (En el “Programa para compartir literatura”, aunque las personas pueden participar como donantes individuales, sólo las iglesias y grupos reciben literatura.)
Nos unimos con los Fideicomisarios de La Sociedad Editora de la Ciencia Cristiana para acoger el apoyo que ustedes den al Heraldo y a su misión de compartir el mensaje sanador de la Ciencia Cristiana con toda la humanidad.
