Durante la Pascua, los antiguos hebreos sacrificaban un cordero sin defecto. La Biblia nos indica que esta práctica se instituyó cuando los hijos de Israel eran esclavos de los egipcios. Leemos en el libro del Éxodo que Jehová había dicho a Moisés y a su hermano Aarón que enviaría una plaga sobre toda la tierra para castigar a los egipcios por sus pecados. Pero los israelitas recibieron el mensaje de que debían tomar “cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia”. Se les indicó que el cordero debía ser “sin defecto” y que debían marcar con su sangre “los dos postes y ... el dintel de las casas”. Con esa señal se daría a conocer el pueblo y Jehová podría proteger a los hijos de Israel y librarles del mal que heriría a la tierra de Egipto. Ver Éx. 12:1–13;
El cordero manso es un símbolo muy apropiado de la inocencia y la pureza que son inofensivas. No ataca a otros animales ni tiene ningún medio evidente que le sirva para protegerse. Juan el Bautista saludó afectuosamente a Jesús, el gran ejemplo de pureza e inocencia, con estas palabras: “El Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Juan 1:29;
De la misma manera, el autor del Apocalipsis identifica el símbolo del Cordero con la más alta dignidad, con la fortaleza y la abundancia y con la sabiduría, el honor y las bendiciones. Lo ve en medio del trono y predice que pastoreará a quienes adoren al único Dios “y los guiará a fuentes de aguas de vida”. Apoc. 7:17; Además, ve que el Cordero está dotado de poder, otorgado por Dios, para vencer al dragón, al que la Ciencia CristianaChristian Science: Pronunciado Crischan Sáiens. muestra como símbolo de la suma total de los males del hipnotismo antiguo y moderno, esto es, la creencia de vida e inteligencia en la materia, una creencia que se manifiesta no solamente en problemas físicos, sino también en contienda mental.
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