He sido estudiante en la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana desde que tenía ocho años. Estoy sumamente agradecido por la Escuela Dominical donde estoy aprendiendo a utilizar las enseñanzas bíblicas de Cristo Jesús, y aprendiendo esta Ciencia, por medio del estudio de lo que ha escrito la Sra. Eddy.
En agosto de 1972, tuve una experiencia de curación en mi familia. Ese domingo mis padres estaban en casa, y nosotros, los chicos, salimos a caminar. Mi padre sintió un gran dolor en el cuerpo y mi mamá inmediatamente declaró que el error no tenía ningún poder. Mis padres no saben leer. Mi papá pidió que le dieran té de naranja [un remedio casero], y mientras mi mamá lo preparaba, él le dijo: “No, no lo hagas, ya que no ayudará para nada”, y entonces se desmayó. Mi mamá lo sacudió y lo llamó diciendo: “Esto no es nada”. Entonces mi papá volvió en sí, y tomando un poco de agua se lamentó diciendo: “No podré criar a mis hijitos”.
En esos momentos llegué yo a casa y mi mamá me pidió que leyera en voz alta del libro Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. Mis hermanos también llegaron. Leí en voz alta por largo tiempo y todos escucharon atentamente.
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