Una pluma es tan liviana que la más leve brisa puede hacerla volar; sin embargo, en la Biblia las plumas simbolizan la protección invencible contra los peligros materiales más amenazadores. Dice el Salmista: “El te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro”. Salmo 91:3, 4;
Quien lee la Biblia y trata de entender su mensaje en su sentido literal bien puede preguntarse cómo las plumas pueden proveer, como se afirma, una defensa segura contra la fuerza física. Pero quien busca el significado espiritual de las Escrituras y entiende en cierta medida al Cristo, la idea espiritual de Dios, se dará cuenta de que en este salmo las plumas simbolizan cualidades deíficas. Muestran al lector las tiernas y vigorosas cualidades del Amor infinito y las ideas buenas y verdaderas provenientes del Principio divino. Estas cualidades e ideas espirituales, al reflejarse en el pensamiento humano, no sólo consuelan sino que garantizan seguridad para el individuo en cuya consciencia se manifiestan.
Las cualidades de Dios, el Amor — ternura, bondad, verdad, paz, obediencia e inteligencia — dan salud. Traen a la consciencia humana una influencia sanadora que disipa las sombras de discordancia y peligro, elimina la tensión y disuelve los gérmenes malignos de la enfermedad. Las ideas de Dios — de Su solicitud y protección omnipotentes — eliminan pensamientos sobre el mal y los peligros resultantes. Traen a la consciencia individual el poder de Dios, que es una “coraza de justicia” y un “escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno”. Efes. 6:14, 16; Quien refleja estas cualidades e ideas se sentirá seguro.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!