La región que visitó Jesús durante su carrera como el cristiano por excelencia y Mostrador del camino es geográficamente pequeña. Sin embargo, su pensamiento fue extensivo y expansivo, capacitándolo para decirle a sus seguidores: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda ciratura”. Marcos 16:15;
Hoy en día todos podemos seguir este consejo. ¿Cómo? Una forma de hacerlo es incluyendo a toda la humanidad en nuestras oraciones.
Cuando recibo por correo ejemplares del Heraldo en varios idiomas, siento gran alegría en detenerme y “visitar” cada uno de los países que ellos representan. No lo hago pensando ligeramente en ellos, sino sintiéndome genuinamente interesada en cada país, incluyéndolo en mis oraciones por la humanidad.