Conocí la Ciencia Cristiana hace muchos años, en un tiempo de gran desdicha. Comencé a estudiarla, tratando de aplicar las verdades espirituales de la Biblia y de Ciencia y Salud por la Sra. Eddy.
Siempre que he sido fiel en apoyarme firmemente en mi más elevado entendimiento de la Ciencia Cristiana, ésta nunca me ha fallado. Con la absoluta convicción de que la comprensión de Dios, tal como es revelado en esta Ciencia divina, es a través del poder del Cristo, adecuada para vencer toda forma de discordancia, me gustaría relatar cómo fui liberada de una condición física muy dolorosa.
Vivo sola, y siempre había disfrutado de trabajar activamente en mi jardín, hasta hace algunos años, cuando se me hizo muy difícil continuar esta tarea. La condición física era tal que prácticamente no podía moverme. Los vecinos habían notado esto y estaban muy preocupados, también mi hijo y su esposa, quienes me pedían que consultara a un médico. Estaba renuente a hacer esto, pues siempre me había aferrado a la norma de curación en la Ciencia Cristiana, la cual requiere una confianza radical en Dios.
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