Era un domingo por la tarde. Iba camino a California cuando de pronto me encontré atascado en medio de una larga fila de automóviles. Sus ocupantes habían descendido de los vehículos y se paseaban impacientes e indignados al lado de la carretera. Debido a que ésta estaba siendo reparada el retraso podía ser de una hora o más.
Era el día en que tenía que continuar viaje sin interrupción para llegar a tiempo a una entrevista en Los Ángeles. Mentalmente me uní a los refunfuñadores. ¡Cómo se atrevía el departamento de obras públicas alterar mi itinerario!
Gradualmente, sin embargo, la conmiseración y justificación propias cedieron a la gratitud. Pensé: “Están trabajando el día domingo para que yo tenga un mejor viaje. Entonces, ¿qué puedo yo hacer mientras tanto que sea útil?” Me vino esta idea: “Puedo marcar las citas de la Lección-Sermón Lecciones Bíblicas del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana; para la semana próxima en mi Biblia y en Ciencia y Salud por la Sra. Eddy, y mañana podré recuperar el tiempo perdido hoy”. Marqué la lección, y justo cuando terminaba se nos hizo seña de que podíamos seguir adelante.
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