Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Aunque no soy miembro de La Iglesia Madre ni de una filial de la...

Del número de julio de 1978 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Aunque no soy miembro de La Iglesia Madre ni de una filial de la Iglesia de Cristo, Científico, comencé a asistir a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana a la edad de dieciséis años y continué leyendo esporádicamente Ciencia y Salud por la Sra. Eddy, además de otra literatura de la Ciencia Cristiana. Cuando me encontraba en una situación difícil, me diera o no cuenta de ello, aplicaba naturalmente las verdades espirituales que enseña la Ciencia Cristiana.

Deseo relatar una curación que experimentó mi hija adolescente hace seis años, de una dolencia que la ciencia médica denomina como encefalitis virulenta. La enfermedad ocurrió unos pocos días antes de Navidad, y mi hija, que se encontraba en vacaciones escolares, me llamó por teléfono a mi oficina durante la mañana para decirme que estaba enferma con síntomas alarmantes. Como la condición parecía seria y mi hija era menor de dieciocho años tuve que acatar la ley de este país (Ley de Protección al Niño). En consecuencia, llamé por teléfono al doctor que me atendió durante el parto. Como el diagnóstico era grave, hubo que hospitalizarla aislada. El médico me informó de posibles y serios efectos posteriores. En esos momentos el cuadro que me presentó me llenó de temor. Llamé entonces por teléfono a una practicista de la Ciencia Cristiana y le di todos los detalles del caso. La practicista me alentó y me hizo sentir confianza en el hecho de que esta niña estaba a salvo en la protección del Amor divino. Esto probó ser verdad.

Según el médico no existía curación mediante la medicina, no obstante, dijo que mi hija tendría que permanecer aislada y bajo observación tres semanas enteras.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / julio de 1978

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.