Viví perdido en la irrealidad,
equivocado, durante muchos años,
con falso goce de materialidad
según costumbres que tomé de antaño.
Así como el sol anuncia el día
tras una noche larga y oscura,
Tú, Amor, me mostraste la vía
que a Tus hijos libertad procura.
Ahora puedo decir con certeza
que he hallado el camino de la vida,
la verdad, Tu poder y la belleza,
y la realidad que parecía perdida.
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