El mundo se ha empeñado en una búsqueda intensa de recursos monetarios, alimenticios y de energía que satisfagan las necesidades presentes y futuras de la humanidad. No obstante, la Biblia, con los vastos recursos espirituales que contiene, se convierte en un recurso al que siempre podemos recurrir, un recurso seguro e ilimitado. Relata la vida de los profetas y otros pensadores esclarecidos del pasado, y lo que ellos percibieron espiritualmente, y de ello podemos aprender lecciones inestimables para hacer frente a las necesidades y a los problemas actuales.
En su obra Escritos Misceláneos Mary Baker Eddy, la Descubridora y Fundadora de la Ciencia CristianaChristian Science (crishchan sáiens), dice: “Dios os da Sus ideas espirituales, y ellas, a su vez, os dan vuestra provisión diaria”.Esc. Mis., pág. 307; Nadie ha afirmado con mayor convicción que la Sra. Eddy que la Biblia es prolífica en ricos recursos de verdades espirituales. Ella cuenta que después de su restablecimiento de una severa lesión, restablecimiento que se produjo mientras leía un pasaje del Nuevo Testamento, se alejó de la sociedad durante unos tres años para investigar y estudiar las Escrituras en busca del origen y la causa de su curación. Sobre este período escribe: “La Biblia fue mi libro de texto. Ella contestó mis preguntas acerca de cómo fui curada; pero las Escrituras tuvieron para mí un nuevo significado, una nueva lengua”.Retrospección e Introspección, pág. 25;
Al considerar el estudio detenido y profundo que hizo la Sra. Eddy de las Escrituras a medida que las escudriñaba para saber cómo había sido curada, podemos ver cómo el largo hilo de la curación que reaparece a través de toda la Biblia llegó a su percepción con un significado especial. El hilo de la curación que continuamente reaparece en la Biblia, es uno de los descubrimientos más destacados que podemos hacer en nuestro estudio de las Escrituras.
Como muchas de las personas que han sido criadas en hogares cristianos, yo había leído la Biblia desde mi juventud. Sin embargo, nunca la había realmente escudriñado para encontrar un significado espiritual más profundo que guiara mi diario vivir, hasta que inicié el estudio concienzudo de la Ciencia Cristiana. Entonces Ciencia y Salud con Clave de las Escrituras por la Sra. Eddy se convirtió verdaderamente en una clave para lograr un entendimiento más profundo de la Biblia. Se me revelaron las instructivas y sanadoras verdades de las Escrituras y las pude aplicar en mi vida cotidiana.
También logré un mayor aprecio de la continuidad de las enseñanzas de la Biblia y del aporte que los primeros profetas hicieron en pro del despertar de la humanidad a las verdades espirituales. A través de mi estudio de la Ciencia Cristiana, el Antiguo Testamento empezó a adquirir un nuevo significado. Llegué a apreciarlo como una historia de la larga búsqueda que ha emprendido el hombre para encontrar a Dios y como el desarrollo gradual de la comprensión humana de la verdad espiritual acerca de Dios como Espíritu divino y del hombre como creado por Dios y, por consiguiente, eternamente espiritual y perfecto. Ahora se ha convertido para mí en una fuente constante de inspiración y sabiduría.
El leer la Biblia del principio al fin a la luz de la Ciencia Cristiana tuvo como resultado dos hallazgos interesantes. Primero, encontré que pasajes con los que hasta ese entonces no estaba muy bien familiarizado ahora se hicieron más significativos al leerlos en su contexto. Además realmente descubrí por primera vez pasajes que me sorprendieron mucho — fue como hallar una hermosa y rara flor silvestre al pasear por un bosque.
Hace algunos años, cuando estaba en Asia, tuve una experiencia que ilustra lo ilimitado de los recursos que nos ofrece la Biblia. Yo tenía la responsabilidad de realizar una complicada negociación con representantes de una firma norteamericana y oficiales del gobierno local. Una mañana, después de varios días de lo que parecían ser negociaciones infructuosas, un pasaje de la Biblia que encontré en mi estudio diario resolvió la situación para mí. El pasaje es de Isaías y dice: “Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti”. Isa. 60:1. Recibí la inspiración y la dirección que necesitaba para las actividades de ese día, actividades que fueron el punto decisivo en las negociaciones, las que llegaron a un feliz término.
Los recursos espirituales de la Biblia se nos revelan por medio de los muchos relatos de las enseñanzas y obras sanadoras de los profetas, apóstoles y, especialmente, las de Cristo Jesús. Muchos de estos relatos los conocemos muy bien pero su significado más profundo se nos aclara después de estudiarlos por medio de la oración.
Por ejemplo, la historia de Jonás, con la que casi todo niño está familiarizado, ahora ha pasado a tener un significado completamente nuevo para mí. Comencé a ver los propósitos más amplios de Dios expresados por medio de la vida de las personas en este plano terrenal, si bien estos propósitos a veces parecen ser impedidos por fracasos humanos o circunstancias desfavorables. Ustedes recordarán que a pesar de las circunstancias adversas, Jonás cumplió con la misión para la que había sido llamado. Independientemente de cuán alejados estemos del propósito establecido para nosotros, el amor y la guía de Dios nunca fallan y los reconoceremos cuando lleguemos a comprender nuestra verdadera relación con Él.
El gran significado de las palabras y obras de Cristo Jesús según constan en el Nuevo Testamento, me es tan familiar que me refiero a ellas con frecuencia para expresar un pensamiento. De entre sus muchas curaciones, el relato de la curación del hombre que había nacido ciego (ver Juan 9:1–38) siempre ha sido una de mis favoritas. Ilustra tan vivamente cómo la disposición de una mente sin prejuicios, hambrienta de la verdad, puede percibir la verdad y beneficiarse con ella. Los fariseos no aprendieron nada de esta curación, aunque no hay duda de que les proporcionó tema de conversación y discusión; pero el relato no deja dudas de que el hombre que fue sanado de ceguera aprendió mucho.
Por cierto que la Ciencia Cristiana ha abierto mi pensamiento para ver los inagotables recursos de la Biblia; me ha hecho entender con mayor agudeza el valor práctico de la Biblia en el mundo actual y me ha guiado a ser un lector más ávido y un estudiante habitual. Creo que la mejor preparación para el día que tenemos por delante es buscar diariamente en los vastos recursos de la Biblia y Ciencia y Salud, como aparecen en la Lección-Sermón del Cuaderno Trimestral de la Ciencia Cristiana.
A medida que persistimos en nuestro estudio fiel de la Biblia y de Ciencia y Salud y ponemos en práctica las verdades que aprendemos, estamos más capacitados para trazar el curso de nuestra vida diaria de una manera más significativa, nuestro sentido espiritual se desarrolla más y podemos confiar más en él. Nuestra inspiración, confianza y entendimiento espiritual aumentan.