Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Escribo este testimonio con profunda gratitud a Dios por la protección...

Del número de febrero de 1981 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Escribo este testimonio con profunda gratitud a Dios por la protección que experimentó nuestra familia, y los amigos que estaban con nosotros, durante un ataque de terroristas a nuestra casa el año pasado. Nos arrojaron un cohete, una granada de mano y una granizada de balas a través de la ventana de nuestra sala, donde cuatro de nosotros estábamos sentados. El ataque duró como un minuto y se oyó a más de ocho kilómetros de distancia. Aun frente a esta situación estábamos seguros de la protección de Dios, de Su gobierno supremo sobre Sus ideas espirituales.

Verdaderamente, el gobierno de Dios sobre Su universo es completo. Nuestra seguridad fue prueba de que las llamadas fuerzas del mal no tienen poder para dañar a quien con verdadero entendimiento reconoce el gobierno supremo de la Mente divina. Antes que llegara la policía y las tropas del ejército, las ocho personas que estábamos en la casa (todas habíamos asistido a la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana) tranquilas nos fuimos al corredor y empezamos a cantar himnos del Himnario de la Ciencia Cristiana, especialmente los himnos escritos por la Sra. Eddy, por ejemplo este verso de “La Oración Vespertina de la Madre” (No. 207):

Amor, refugio nuestro, no he de creer
el lazo que nos pueda hacer caer;
habita con nosotros el Señor,
Su brazo nos rodea con amor.

Una de nuestras amigas sufrió una pequeña herida, cuando parte del cohete pasó casi rozándole la cabeza, pero su total recuperación fue muy rápida. Un niño de cuatro años sólo escuchó un ruido muy fuerte, y pronto lo olvidó. No sintió temor.

Los Salmos veintitrés y noventa y uno siguen teniendo un profundo significado para nuestra familia. Los versículos 9 al 11 de este último nos hacen recordar: “Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos”. Muchas personas han reconocido que la protección de Dios fue evidente en esta situación. Estoy tan agradecida por esta maravillosa manifestación del poder de la Mente divina.


Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / febrero de 1981

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.