El ballet es alegre y refinado. Me gusta porque da la oportunidad de usar zapatillas y malla de baile, de tomar parte en espectáculos y usar toneletes.
El primer día que fui a clase de ballet estaba muy asustada. Tenía miedo de no agradar a nadie, y de bailar mal. Le conté esto a mi mamá y ella me dijo que pensara en uno de los sinónimos de Dios. La Sra. Eddy da siete sinónimos de Dios en la página 465 de su libro Ciencia y Salud. Pensé en Vida e inteligencia. La inteligencia es una cualidad de Dios. Elegí Vida porque en la clase de ballet uno tiene que expresar vitalidad para saltar y hacer cabriolas.
En el ballet es preciso recordar muchos pasos, especialmente cuando se participa en espectáculos. La inteligencia es necesaria para recordar los pasos y hacer todo correctamente. Obtengo vida e inteligencia de Dios, que está en todas partes y lo es Todo. Él es mi Madre y Padre verdaderos. Me da todo lo que necesito.
Cuando llegué a la clase de ballet ese primer día, pude concentrarme en mis cabriolas. Me olvidé del temor, y ¡fue estupendo!
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