“¿Hasta qué punto debiera yo participar en el trabajo de la iglesia?” Ésta es una pregunta muy común. Y a menudo es motivada por un deseo honesto y razonable de actuar caritativamente con los demás y de lograr un equilibrio en los compromisos personales.
Por eso cuando recibimos una invitación para trabajar en una iglesia filial, y tenemos que tomar una determinación, esto es una buena oportunidad para hacernos otra pregunta que se relaciona con la anterior: “¿Por qué me afilié a la iglesia?” Ahondando en lo que motiva la afiliación contribuye a identificar qué es realmente el trabajo de la iglesia y qué significa.
Con frecuencia nos unimos a una iglesia por gratitud, y porque deseamos compartir la vitalidad de las enseñanzas de la Ciencia Cristiana y la curación que ofrecen. Queremos obtener una mayor comprensión espiritual, y nos damos cuenta de que el trabajar para la iglesia nos proporciona un medio valioso par lograrla.
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