Skip to main content Skip to search Skip to header Skip to footer

Incurabilidad: Una mentira acerca de la Vida

Del número de abril de 1982 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana


Cuando percibamos la autoridad divina por la cual el hombre vive, ya no temeremos más que la enfermedad pueda matarnos, y entonces el mito de la incurabilidad será refutado.

En la Ciencia Cristiana uno aprende que no hay vida en la materia porque la Vida es Dios. Por lo tanto, la vida individual del hombre, que refleja la Vida divina, es un desarrollo ordenado de actividad armoniosa. Por otra parte, todo lo que representa la fuerza sin inteligencia, indisciplinada y desintegradora de la enfermedad y la muerte debe ser excluido de nuestra comprensión de la Vida, porque esa tal llamada acción nunca puede proceder del amoroso creador.

La creencia en la incurabilidad proviene únicamente de la falsa creencia de que la vida existe en la materia en vez de en Dios, el Espíritu. El diagnóstico de incurabilidad es impuesto sobre ciertas condiciones por un sistema de curación que erróneamente trata la materia como causa y la enfermedad como efecto. El tratamiento es tan material como el diagnóstico y ambos se combinan como un engaño agresivo, como una creencia apoyada por una mente mortal convencida de su propia realidad. Para gobernar el estado del cuerpo y tener salud, los hombres necesitan comprender que la materia es sólo el estado subjetivo de la mente mortal.

Iniciar sesión para ver esta página

Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!

Para explorar más contenido similar a este, lo invitamos a registrarse para recibir notificaciones semanales del Heraldo. Recibirá artículos, grabaciones de audio y anuncios directamente por WhatsApp o correo electrónico. 

Registrarse

Más en este número / abril de 1982

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

Saber más acerca del Heraldo y su misión.