¿Por qué es que inmediata e instintivamente nos damos cuenta de que no puede haber falta de ética en la práctica de la Ciencia Cristiana? ¿No es acaso porque la práctica de esta Ciencia es la práctica de la ley invariable de Dios, y esta ley no permite desviación de la regla del Principio, de la Verdad y del Amor? La Sra. Eddy dio respuesta, en cierta ocasión, a la pregunta “¿Cómo definiría usted la Ciencia Cristiana?” de esta manera: “Como la ley de Dios, la ley del bien, que interpreta y demuestra el Principio divino y la regla de la armonía universal”.
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