Tal vez el aspecto más atrayente de la Ciencia Cristiana sea que puede ser demostrada; y los artículos que incluyen una descripción específica sobre cómo poner en práctica la Ciencia, preparan al lector para que él mismo la ponga a prueba. Los artículos no deben ser una reseña o “fórmula” de todo un tratamiento, pero puede ser muy útil decir cómo oramos, y dar una breve explicación del razonamiento metafísico que usamos.

Escribamos para las publicaciones periódicas
Del número de mayo de 1990 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana