En un curso universitario de economía una de las cosas que primero aprendemos es que esta materia desde hace tiempo se viene denominando "la ciencia deprimente". Parece un término apropiado. Miremos a nuestro alrededor: recursos materiales limitados, más y más gente; no hay suficiente para todos.
Sin embargo, cuando "miramos alrededor" con mayor detenimiento, encontramos una abundancia que se habría considerado imposible de obtener en épocas anteriores. En contraste, muchos razonan hoy que hemos hecho demasiado. Hemos producido demasiado y ahora corremos el riesgo de agotar los recursos naturales de la tierra.
Pero hay otra forma de tratar las necesidades humanas sin ocasionar daño al mundo en que vivimos. Este otro enfoque está basado en la comprensión espiritual de Dios y de Su relación con nosotros. Es un método que apunta primero a lo que Dios es, y luego nos lleva a comprender algo de lo que realmente necesitamos para poder tener una vida plena y abundante.
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