Si Estas Estudiando en una universidad o estás por asistir a una, es probable que hayas oído hablar de las organizaciones universitarias de la Ciencia Cristiana, y te hayas preguntado: ¿Qué es una organización universitaria? ¿Para qué me serviría el concurrir a una?
Hace algunos años, yo me hacía estas preguntas. Un miembro de mi familia que era miembro de la organización universitaria en mi ciudad, me había invitado varias veces a asistir a las reuniones. También había recibido, de vez en cuando, invitaciones por correo para que asistiera a las reuniones de esta organización, pero, ese año, el horario de las reuniones coincidía con mis clases en la universidad.
Sin embargo, el año siguiente decidí visitar la organización universitaria. A partir de allí, asistí con regularidad. ¿Qué había ocurrido? Poco a poco me fui dando cuenta de su utilidad.
Me sentía bien en las reuniones al escuchar citas de la Biblia y del libro de texto de la Ciencia Cristiana, Ciencia y Salud por la Sra. Eddy. Las lecturas siempre me ofrecían un nuevo enfoque de los temas relacionados con mis estudios y otras actividades estudiantiles. Me di cuenta de que estos estudiantes de la Ciencia Cristiana estaban enfrentando los mismos desafíos que yo enfrentaba, y cada testimonio de curación que daban me servía. Estaba aprendiendo mucho.
Como resultado de ello, mi práctica de la Ciencia Cristiana recibió un nuevo impulso. Cada día trataba, con más fuerza, de vivir de acuerdo con la verdad espiritual, y en cada reunión de testimonio tenía una experiencia o curación para compartir con los otros concurrentes. Durante ese año, decidí hacerme miembro de la organización universitaria, y luego de ser aceptada, participé como Lectora y como miembro de la comisión directiva. Antes de hacerme miembro, nunca imaginé todo el progreso e inspiración que estas actividades me traerían.
Como Lectora, seleccionaba citas de la Biblia y de Ciencia y Salud sobre temas que se aplicaban a la vida académica. Estos constituían la lección que yo leía en la reunión de testimonios. Si bien este trabajo era un desafío, al mismo tiempo adquirí una mayor comprensión del significado espiritual de los pasajes bíblicos y su utilidad en el mundo de hoy.
Durante el tiempo que fui miembro de la comisión directiva, aprendí a tomar decisiones de manera democrática y a trabajar en grupo en una atmósfera armoniosa. Esto también me ayudó en situaciones similares en la universidad, en mi empleo, y en las actividades de la filial de la Iglesia de Cristo, Científico, de la que era miembro. El reconocer que existe sólo una Mente, Dios, que gobierna y que podemos volvernos a esa Mente al tomar decisiones — en lugar de tratar de imponer nuestra propia voluntad o tener discusiones — me ayudó a lograr relaciones más armoniosas con los demás y un sentido mayor de humildad. Por este trabajo comencé a pensar que la organización universitaria es una expresión de Iglesia dentro de la comunidad académica.
El libro de texto de la Ciencia Cristiana describe la naturaleza espiritual de Iglesia, así como su función como organización humana. Dice: “Iglesia. La estructura de la Verdad y el Amor; todo lo que descansa en el Principio divino y procede de él”. Luego continúa: “La Iglesia es aquella institución que da prueba de su utilidad y eleva a la raza humana, despierta al entendimiento dormido de las creencias materiales para que comprenda las ideas espirituales y demuestre la Ciencia divina, y así echa fuera a los demonios, o al error, y sana a los enfermos”.
¡Cuánto entendimiento dormido hay que despertar en el ambiente académico! En este ambiente existen diferentes escuelas de ciencia, filosofía y lógica. Se estudian descubrimientos científicos, diversas metodologías, y diversos conceptos del hombre y del universo. Como resultado de ello, uno puede asimilar un modelo de ética, progreso y prestigio que a veces es bastante diferente del que Cristo Jesús enseñó a sus discípulos.
Las organizaciones universitarias brindan una oportunidad para orar específicamente por la comunidad universitaria, y adquirir un sentido mayor de hermandad y amor fraternal, y un compromiso con el futuro de la humanidad. En este ambiente amistoso e informal, cada uno de nosotros es libre de compartir la verdad viviente de la Ciencia Cristiana con otros estudiantes o profesores universitarios. También podemos poner en práctica nuestro deseo de obedecer el mandamiento que Jesús dejó a sus discípulos de todos los tiempos: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.
En las reuniones de testimonios obtenemos el consuelo de comprender que existen otras personas que también se están preguntando si deben hacer o no el trabajo de graduado, o qué carrera seguir; cómo adoptar un método eficaz de estudio, aprobar materias difíciles, conocer a la chica o al muchacho adecuado, o lograr una buena relación con sus padres. Dado que todos en la organización universitaria están tratando de encontrar sus respuestas mediante el estudio y la práctica de la Ciencia Cristiana, compartimos la comprensión y las victorias que obtenemos con el fin de ayudarnos mutuamente.
A veces los estudiantes dudan en unirse porque sienten que no pueden brindar nada al grupo, o porque temen que la actividad tome demasiado tiempo. Pronto descubren que son muy capaces de llevar a cabo el trabajo con sabiduría e inspiración. El dedicarse a trabajar para Dios y para los demás no tiene por qué limitar su tiempo libre, quitar oportunidades, ser agotador o restrictivo. En cambio, el resultado de esta disposición de servir a Dios puede traer fortaleza, efectividad y satisfacción genuinos.
Si no hay una organización universitaria a la que puedas asistir, y deseas iniciar una, puedes leer el Artículo XXIII, Sección 8, del Manual de La Iglesia Madre por la Sra. Eddy. Esta sección explica los requisitos. También deja en claro que esto es un privilegio específico de los miembros de La Iglesia Madre.
La actividad de los Científicos Cristianos en las organizaciones puede a veces parecer dura. A veces habrá que hacer sacrificios y superar obstáculos. Pero el saber que los primeros cristianos también superaron dificultades similares, trae tranquilidad y consuelo. La Biblia dice que: “En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria.. . Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio”. Y tampoco dejaron de cumplir con su compromiso.
El deseo sincero de las personas que son activas en las organizaciones universitarias es resolver sus problemas mediante la oración en la Ciencia Cristiana, amar y ayudar a Su comunidad y al mundo. Si tú te identificas con ese deseo, puedes unirte a esta actividad ahora mismo.
    