La mamá oyó que la puerta del garaje se cerraba de un portazo, pero Roberto no entró a la casa.
Pensó: “Seguramente debe de haber regresado para estar con Luis. Es lindo que jueguen juntos, a pesar de que Luis es cinco años mayor que Roberto. Los dos saben mucho de béisbol y les gusta mucho ese deporte”.
Un poco más tarde, sonó el timbre de la puerta de atrás. Luis quería saber si Roberto estaba en casa.
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