Por Más De una década, La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana, con la cooperación de enfermeros y directores de sanatorios en todo el mundo, han estado pensando y reflexionando cuidadosamente para comprender mejor el Estatuto que Mary Baker Eddy estableció para los enfermeros de la Ciencia Cristiana. La naturaleza espiritual de este ministerio, el cuidado vigilante y callado y la ayuda idónea que se brinda a quienes se apoyan únicamente en la Mente divina en busca de curación, ocupa un lugar especial en nuestro Manual de la Iglesia escrito por la Sra. Eddy y, por lo tanto, está protegido de la influencia de la opinión humana y de la medicina convencional.
Las leyes que dan licencia en la mayoría de los estados y en muchos países, así como el programa federal Medicare en los Estados Unidos, requieren que las instituciones que ofrecen al público servicios relacionados con la salud estén certificadas o acreditadas por una entidad legalmente reconocida. La Iglesia Madre por años ha cumplido con esas funciones para los sanatorios de la Ciencia Cristiana.
En 1993, después de mucha consideración y oración, la Junta Directiva decidió transferir la función que cumplía la Iglesia, de acreditar y certificar esos sanatorios, con el fin de concentrarse en el enfermero de la Ciencia Cristiana que la Sra. Eddy estipuló en el Artículo VIII, Sección 31, del Manual de La Iglesia Madre. Este Estatuto le habla al miembro de la iglesia que está calificado o calificada como enfermero o enfermera, y establece las normas y requisitos para desempeñarse como enfermero.
Hoy, nos da mucho gusto informarles acerca del exitoso comienzo de un logro cooperativo: la transferencia de la acreditación y (en los Estados Unidos) las funciones de certificación de Medicare para los sanatorios de la Ciencia Cristiana, a una organización profesional separada formada por los mismos sanatorios de la Ciencia Cristiana.
Ese tipo de arreglo para la acreditación es muy común en el mundo profesional. Abogados, contadores, organizaciones de atención a la salud, y otros, utilizan entidades de autoacreditación separadas para mantener y hacer cumplir las elevadas normas exigidas por sus respectivas profesiones, y para cumplir con las demandas especiales de responsabilidad, seguridad, competencia y otros requisitos relacionados, que el gobierno y el público exigen.
A partir de enero de 1997, esas funciones estarán a cargo de una compañía independiente y sin fines de lucro que se llamará “The Commission for Accreditation of Christian Science Nursing Organizations/Facilities, Inc.” (comisión para la acreditación de organizaciones/sanatorios de la Ciencia Cristiana). La comisión estará formada por la Association of Organizations for Christian Science Nursing (AOCSN) — asociación de sanatorios acreditados de la Ciencia Cristiana — y será organizada, administrada y operada por miembros de La Iglesia Madre de acuerdo con las enseñanzas de la Ciencia Cristiana.
La nueva comisión y cada sanatorio participante — en todos los aspectos de sus operaciones — tendrá a su cargo la continua responsabilidad de asimilar y cumplir con el espíritu y la letra del Estatuto del Manual que se refiere a los enfermeros de la Ciencia Cristiana.
La Iglesia Madre apoyará la transición de variadas formas. Representantes de la Iglesia trabajarán de cerca con los directores, ejecutivos y empleados de la nueva entidad para ayudar a capacitar al personal y transferir información y procedimientos. Algunos aspectos de esa transferencia ya se han venido llevando a cabo durante los dos últimos años, cuando equipos del AOCSN han acompañado a representantes de La Iglesia Madre a inspeccionar instalaciones. Además La Iglesia Madre se está preparando para formar y dar fondos a un fideicomiso con el fin de brindar apoyo financiero a la nueva comisión hasta que sea autosuficiente, dentro de cinco años.
El 29 de agosto de 1995, los miembros de la AOCSN aprobaron este plan de transición, permitiendo así a los Comités de Publicación en los Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña, comenzar el proceso de notificar a los funcionarios de las ramas ejecutivas y legislativas a nivel nacional y estatal, y ofrecer el lenguaje técnico requerido para hacer los cambios necesarios establecidos por la ley.
Estamos muy agradecidos por la cooperación y la expectativa de bien expresadas por los representantes de los sanatorios, y realmente, por todos los que están trabajando en esta transferencia. El trabajo de equipo y el apoyo mutuo que se brinda con la oración, están poniendo de manifiesto innegablemente que la mano firme de Dios está presente en cada paso del camino.
Este acuerdo, iniciado y llevado a cabo con este espíritu, no puede sino bendecir a nuestra Iglesia, a los enfermeros, a los sanatorios, y a todo aquel que recurre a ellos en busca de ayuda y apoyo.
Para mayor información: La misión religiosa y los requisitos que deben cumplir los enfermeros de la Ciencia Cristiana, se han vuelto cada vez más claros en los últimos años. Y hemos compartido con los miembros los pasos de progreso que hemos dado, en los siguientes anuncios y artículos de las publicaciones periódicas:
• The Christian Science Journal, Mayo de 1988— “From the Directors: An important statement on Christian Science nursing”
• Christian Science Sentinel, 25 de febrero de 1991 — “From the Directors: Effective healing, effective care”
• Journal, Noviembre de 1991— “A message from the Clerk: Fresh insights into Christian Science nursing”
• Journal, Marzo de 1992— “The standard of Christian Science nursing: Reliance on prayer”
• El Heraldo de la Ciencia Cristiana — “La unción del Amor en la actividad de los enfermeros de la Ciencia Cristiana”; (español, alemán, francés y portugués), Septiembre de 1992. Journal, Julio de 1992
• Heraldo— “Enfermeros de la Ciencia Cristiana: una actividad natural para todos”; (español, alemán y portugués), Diciembre de 1994; Heraldo en francés, Febrero de 1995. Journal, Abril de 1994
Dios el consuelo, cual madre,
da a Sus hijos;
es el consuelo calma en el afán,
es la esperanza y el valor invicto,
es el amor que siempre vive en paz.
Amor da gozo y borra el sufrimiento, viéndolo así,
en bien se torna el mal,
el gozo es del Amor el don eterno
y la radiante vida Dios nos da.
Santa presencia, que calma a quien la invoca,
¡amor de Dios, que basta conocer!
Cuando nos tocas, cerca está el cielo,
de Dios consuelo, que se encuentra en Él.
Himnario de la Ciencia Cristiana, N° 174
