Una Mañana Temprano estaba preparándome para ir a trabajar a la Sala de Lectura que tiene nuestra iglesia, y aunque no me sentía muy bien, seguí adelante. Luego tuve náuseas y mareos. Parecía que me iba a desmayar. Abrí el libro No y Sí escrito por la Sra. Eddy, y encontré la siguiente declaración en la página 26: “En esta Ciencia del ser, es tan imposible que el hombre retroceda de la perfección o que se desprenda de ella, como que su Principio divino o Padre caiga fuera de Sí mismo en algo menos que la infinitud”. Esto provocó un cambio en mi pensamiento, y las náuseas y los mareos desaparecieron inmediatamente. Pude abrir la Sala de Lectura a la hora que debía hacerlo.
En nuestra familia hemos tenido muchas curaciones, de fracturas de huesos, dolores de cabeza, fiebres, dolores de oído, esguince de tobillo y también de desobediencia de parte nuestros hijos.
La curación que más atesoro fue cuando superé el dolor que sentí ante el repentino fallecimiento de una hija ya adulta. Esta no fue una curación rápida para mí, y tuve que orar mucho, y las luchas fueron grandes a lo largo del camino. Pero en mi caso me di cuenta de que gran parte de mi pena era conmiseración propia, y era necesario liberarme de la tremenda tristeza que sentía.
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