En Una Ocasión poco después de la Navidad experimenté malestar en el abdomen y pasé varias noches muy adolorida. Hace ya muchos años que tengo un empleo en el comercio al por menor que me tiene de pie todo el día, y después del ajetreo de las fiestas fui tentada a creer que me había esforzado tanto que como resultado sufría de ese problema físico. Tenía mucho miedo.
Al tornar mi pensamiento a la Lección Bíblica de la semana, encontré muchas ideas útiles, aunque al principio no encontré curación.
Los miembros de mi familia que no son Científicos Cristianos se preocuparon e insistieron que fuera a ver a un médico. Entonces me di cuenta de cuánto necesitaba cuidar de mí misma.
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