No un nacimiento
sino un despertar
a la vida inmortal
y sin nacimiento.
No un día
sino un amanecer
del linaje divino
que todos tenemos.
Del número de diciembre de 1995 de El Heraldo de la Ciencia Cristiana
No un nacimiento
sino un despertar
a la vida inmortal
y sin nacimiento.
No un día
sino un amanecer
del linaje divino
que todos tenemos.