Vigilar nuestros pensamientos
De noche (y de día) nos permite
Alejar a invasores semejantes a lobos,
Valorar las ovejas que nos merecen confianza —
Nuestra reserva constante
De fe y entendimiento; y
Cuidar de nuestras ovejas —
Ideas nuevas y prometedoras —
Para que no haya engaños,
desfiguración ni pérdida.
Si son alimentadas con cariño
a pasos agigantados crecerán.
Cuidar nuestros rebaños
Tanto de noche como de día, nos permite
Meditar en el mensaje del Cristo
Que guía nuestros pensamientos
por tierras áridas y pedregosas,
Y los conduce a pastos abundantes
Donde moran aguas serenas
con bálsamo de curación.
Estar alerta
Nos permite oír voces angelicales
Resonando una y otra vez
Con “nuevas de gran gozo”. Lucas 2:10
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