No Es Fácil Contestar la pregunta “¿Por qué es importante no ser sensual?” Mucha gente diría que es como preguntar: “¿Por qué es importante no ser yo? Mis sentidos físicos me dicen que soy sensual”. La verdad es que somos educados casi a diario a pensar desde un punto de vista sensual. Los programas de televisión y películas que vemos, lo que oímos por radio, lo que leemos en los periódicos y revistas, y hasta lo que algunos de nuestros amigos dicen, todo contribuye a que nos consideremos sensuales.
No obstante, hay una perspectiva diferente.
La Biblia entera contiene un mensaje que esencialmente dice: “Espera un momento, tú no eres sensual, tú eres espiritual”. Ese mensaje nos dice que no tenemos nuestro origen en lo que nos dicen los sentidos físicos; revela que nuestro ser está arraigado en el Espíritu, Dios. También nos muestra que tenemos sentido espiritual.
Puede que la mayoría de nosotros sintamos los tira y afloje de estos puntos de vista en conflicto. Tal vez tengamos una verdadera lucha ante estas dos percepciones. Pero, ¿importa realmente qué perspectiva elegimos? Sí, importa, porque los preceptos de la Biblia son verdad. Cedemos a la Verdad divina cuando permitimos que nos gobierne la espiritualidad. Esa espiritualidad es nuestra integridad, nuestro afecto espiritual, nuestra inocencia, nuestra pureza. Por otro lado, cuando permitimos que la sensualidad nos gobierne, estamos cediendo ante un engaño, y en el fondo un engaño no puede hacernos sentir satisfechos ni realizados.
No es extraño que nos sintamos atraídos por la materialidad, y la gente a menudo hace nobles esfuerzos por resistirse a esta atracción. Pero yo no creo que tengamos el poder personal para oponernos constantemente a esas atracciones sensuales por nuestra cuenta. Necesitamos ayuda. A mí me consuela mucho la ayuda de la que habla Pablo en la Biblia, cuando dice: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Filipenses 4:13. Es realmente el Cristo lo que nos da el valor, que nos da la fortaleza interior para resistir los impulsos sensuales y engañosos. Jesús estaba hablando del Cristo cuando dijo: “he aquí yo estoy con vosotros todos los días”. Mateo 28:20. De modo que siempre podemos sentir esta presencia del Cristo, que nos eleva por encima de la sensualidad hacia una auténtica y satisfactoria sensibilidad espiritual. El Cristo nos proporciona la alegría que todos anhelamos. ¡Eso es progresar verdaderamente en la vida!
Boise, Idaho
Estados Unidos