¿Te gustan los perros?, a mí sí, pero recuerdo que una vez yo no le gusté mucho a uno.
Una tarde, regresaba caminando a mi casa, y la calle estaba muy silenciosa. No había nadie. De pronto escuché unos ladridos a mis espaldas. Me volví para mirar y vi que un perro bastante grande me estaba ladrando y mostrando los dientes. ¡Está de sobra decir que me asusté!
En una oportunidad alguien me dijo que los perros se alejan si se les tiran piedras. Había bastantes piedras en el suelo, así que comencé a tirárselas. Pero las piedras no sirvieron de nada. El perro se enojó más, y se me acercó aún más.
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