Nos sentamos con una amiga a hablar del amor. Ella parecía muy desilusionada. Pensaba que el amor era engañoso, impulsivo e incierto. Lo veía como algo que va y viene, como un ideal imposible.
— Te enamoras en un instante — me dijo — y después te dejan y te quedas dolorida, triste y sientes que no vales nada.
Ella llegó a la conclusión de que enamorarse nos vuelve vulnerables. Dijo: — Abusan de ti o te vuelves una hipócrita que ama superficialmente, complaciendo a las personas para caerles bien, pero sintiéndote herida, débil y triste por dentro.
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