Los ríos subterráneos mantienen frescas las aguas de muchos cenotes en el sur de México. En estas fuentes al aire libre, donde los Mayas de ayer solían llevar a cabo ceremonias religiosas, hoy la gente se baña en sus claras aguas y encuentra solaz y alegría.
Cuando nos vemos en situaciones que nos llenan de pesar, también sentimos la necesidad de descansar al lado de corrientes que nos traigan consuelo y nos den ánimo para seguir adelante.
Mucha gente ha estado haciendo esto al recurrir a una fuente de la que mana en abundancia bienestar y curación; una fuente que está más cerca de todo lo que se podría pensar. En la sección "La curación del pesar", nuestros colaboradores la identifican como el Principio divino de la existencia. Y los artículos muestran cómo lo pusieron en práctica para salir de un estado de profundo pesar.
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!